Representantes de Imarti Motorsport, tuvimos ocasión de disfrutar del magnífico evento Autobello en su edición de 2013, en el que se dieron cita algunos de los vehículos más exclusivos del mundo, un auténtico desfile de diseño, prestaciones, elegancia, precisión y exclusividad con el que cada año se deleita al público asistente, creando un marco incomparable en los jardines de Casa de Mónico.
Entusiastas y apasionados del mundo del motor, se congregan cada año en este lugar para disfrutar del increíble ambiente en torno al mundo del motor, amenizado por la mezcla de sonidos emitidos por mecánicas de diferente naturaleza, a través de las cuales se puede apreciar como ha ido evolucionando el automóvil, desde los motores cuyo funcionamiento está basado en el sistema de carburación y encendido mecánico, montados sobre un bastidor independiente de acero, hasta los motores que emplean las últimas tecnologías en sistemas de inyección directa, gestionados electrónicamente por sofisticadas unidades de control, e instalados sobre un chasis autoportante fabricado con materiales tan ligeros como el aluminio o la fibra de carbono.
Un concierto en directo, cuya melodía emanaba de instrumentos de ingeniería muy especiales, entre los que se podía distinguir al vencedor del concurso de esta edición, el impresionante Pagani Zonda y su inconfundible diseño, con una decoración muy especial.
Entre los modelos presentes, uno de nuestros favoritos, el Porsche 911 GT3 RS 4.0. Un auténtico vehículo de carreras, con el que se puede circular por la calle, un “cohete” capaz de rodar en el circuito alemán de Nürburgring en un tiempo de 7:27. Vehículo que a pesar de su reciente creación, ya se ha convertido en leyenda.
Partimos desde Madrid, hacia nuestro destino, un increíble lugar donde nos encontraremos con grandes amigos y podremos disfrutar de una magnífica velada, rodeados de algunas de las máquinas más apasionantes de la historia del automóvil. El trayecto, que se nos hace muy corto, pues nuestra mente no puede parar de pensar en la mágica noche que nos espera, llega a su fin y nos acercamos a la finca en la que ya divisamos el inconfundible muro de piedra que la rodea, tratando de confundirnos con un tranquilo, silencioso y despejado espacio ajardinado, pero nada más lejos de la realidad… Avanzamos hacia la entrada del recinto y empezamos a distinguir en el reflejo de nuestros retrovisores, alguno de los vehículos que participarán en el espectacular desfile de prestaciones y elegancia y ya sentimos ese escalofrío, mezcla de impaciencia y ansiedad por descubrir lo que nos espera este año dentro del recinto.
Por fin atravesamos la puerta de entrada y somos recibidos con la elegancia que caracteriza al evento, una fantástica organización, un trato excelente y una esmerada decoración, cuyo protagonista es el automóvil. Vamos avanzando mientras la emoción nos invade y de momento sólo se ve el camino que nos dirige hacia los jardines de entrada, lo que traslada nuestra imaginación siglos atrás, a los jardines de un palacio, en el que predominan largas filas de árboles y muy cuidadas zonas verdes, hasta que pasados unos metros, empezamos a ver el brillo de los primeros vehículos… y nuestra mente regresa a la actualidad. No podemos evitar el incremento del ritmo cardiaco que nos acelera el paso, avanzando por los jardines principales y… ¡Comienza el espectáculo!
Un magnífico ambiente en el que se puede ver a los asistentes hablando de todo un poco, pero sin perder la esencia del evento, comentando cada detalle, cada rasgo característico, cada anécdota relacionada con todos aquellos vehículos. Fijándote en las caras, sólo se aprecian sonrisas y emoción (pocas cosas en la vida como este espectáculo, hacen que nos olvidemos de todo por un momento).
Avanzando por el camino marcado por la alfombra negra, custodiada por las siluetas que dibujan las partes delanteras de las carrocerías de los coches, se podía apreciar el nivel de las máquinas. Nuestra atención capta un selecto grupo de Aston Martin, entre los que se podía ver un increíble DB9 coupé, propulsado por un motor V12, 6.0 montado sobre un chasis de aluminio, fiel a su filosofía deportiva cuya variante motorsport se proclamó vencedora en su clase en las 24 horas de Le Mans en los años 2007 y 2008. En su interior se aprecia la calidad al detalle, de una construcción en la que se emplean materiales nobles, consiguiendo ese diseño tan elegante y característico de la casa inglesa.
Alzamos la mirada y nos llama la atención un nutrido grupo de musculosos Ferrari, de varios colores, en los que predomina el inconfundible rojo corsa de la marca del cavallino, no podemos evitar caer en la tentación de acercarnos a apreciar con mayor intensidad los detalles de su aerodinámica tan característica.
Los más veteranos como el 250 Granturismo, con una línea clásica que esconde un marcado carácter deportivo, o el exótio Dino.
Alguno de los testigos de la evolución técnica del sector, como el Ford de los años 30, marca ligada a la revolución de la fabricación de coches, por la introducción del sistema de montaje en cadena, nos trasladan a otra época.
Mires donde mires, puedes ver las marcas y modelos más representativos del estilo automovilístico que caracteriza a diferentes países, como los inconfundibles Shelby Cobra y Chevrolet Corvette americanos, o los Triumph TR5, Jaguar E Type, Aston Martin V8, McLaren MP4-12C ingleses, sin olvidarnos de las inmortales siluetas de los Porsche 911 alemanes o los imponentes diseños de los Ferrari italianos como el F40 o el Enzo.
Es difícil describir las sensaciones que producía estar rodeado de tan increíbles vehículos, por lo que hemos preferido poner algunas imágenes de la inolvidable jornada de la que pudimos disfrutar y que juzguéis vosotros mismos.
