Como de costumbre, mi hermano Luis y yo cogíamos un vuelo el jueves muy temprano con destino a Frankfurt, donde recogimos el coche de alquiler y aprovechamos para visitar algún sitio chulo por la zona. En esta ocasión nos decidimos por Coblenza, también conocida como el rincón alemán, una de las ciudades más antiguas de Alemania en la que confluyen los ríos Rin y Mosela.
Los días previos habíamos hecho los deberes con la planificación de la visita, así que nada más llegar nos fuimos directos al teleférico que nos llevaría hasta la Fortaleza de Ehrenbreitstein, situada en la zona más alta de la ciudad a la otra orilla del Rin, desde cuyo mirador hay una vista panorámica espectacular de toda la ciudad. El precio del ticket es de 19 € por persona e incluye el viaje en teleférico y el acceso a la fortaleza, en cuyo interior hay un museo con la historia de los primeros asentamientos, sus viñedos y bodegas, y el arsenal con el que se defendía el territorio.
Tras la visita a la fortaleza nos dimos un buen paseo por el casco antiguo, donde pudimos ver monumentos de interés como la imponente escultura de Guillermo I con sus 14 metros de altura, las casas de las cuatro torres o la divertida fuente Schängel, dedicada al poeta Josef Cornelius, que consiste en un niño que cada cierto tiempo lanza agua por la boca y si pasas cerca y te pilla desprevenido te puede dar una buena ducha.
Para finalizar nuestra ruta turística por la zona, nos montamos en el coche y pusimos rumbo al castillo de Stolzenfels, situado a unos 7 km de Coblenza, el cual además nos pillaba de camino a Nürburg. Cuando llegamos ya estaba cerrado, por lo que no nos fue posible visitarlo por dentro, pero nos dimos un paseo caminando por el sendero empinado que lleva a la entrada del castillo para verlo más de cerca. El edificio es de estilo neogótico y está muy bien conservado.
Al día siguiente, ya en Nürburg, amanecía lluvioso. Normalmente el viernes por la mañana nos vamos de espectadores a la curva de Brunnchen (también conocida como la curva de Youtube), donde nos empezamos a juntar todo el grupo, pero en esta ocasión no paraba de llover, así que decidimos realizar actividades indoor. Algunos participantes aprovecharon para ir al museo, otros para echar una carrera al Ring Kartbahn y otros nos fuimos a la tienda oficial del circuito para llevarnos algún detalle.
Se acercaba la hora de ir a recoger los coches para entrar en el circuito, así que los participantes que ya estábamos allí reunidos nos fuimos juntos a comer al restaurante italiano Mamma Mía, donde tuvimos la oportunidad de empezar a conocernos un poco mejor y echarnos las primeras risas. Es en este momento cuando te das cuenta de que todos los aficionados que se apuntan a nuestra experiencia de pilotaje en el Ring tienen muchas cosas en común y la conexión es instantánea, lo que para mí es sin duda lo mejor del viaje.
Y después de comer, por fin llegó el momento de la verdad. En esta ocasión íbamos a pilotar los divertidísimos Ford Fiesta ST de 200 CV, los potentes VW Golf R MK 8 de 333 CV y los impresionantes VW Golf Revo de 400 CV, con los que se puede rodar en pista a un ritmo frenético. Al llegar a las instalaciones de RSR ya teníamos los coches preparados y las pulsaciones de los participantes ya se empezaban a disparar.
Pero antes de entrar en pista es de vital importancia recibir el briefing de seguridad, en el que se explican con detalle las normas básicas de comportamiento en pista, lo que permite disfrutar del circuito a tope con la tranquilidad de saber cómo actuar ante las situaciones más comunes que se nos pueden presentar.
Poco antes de finalizar el briefing empezó a llover con mayor intensidad, pero habíamos venido a jugar, así que buscamos los primeros voluntarios que quisieran ponerse a los mandos de los coches para entrar en pista. Allí como siempre se empiezan a escuchar risas nerviosas pero nadie levanta la mano, así que mi hermano y yo pasamos al plan B y nos llevamos a pista a los 2 primeros voluntarios que se quieren subir con nosotros para dar las primeras vueltas de copilotaje. En el momento en el que nos subimos a los Golf Revo, la gente se empieza a animar y se suben al resto de los coches para dar las primeras vueltas. Este es un momento bastante divertido en el que cuando sale el primer voluntario ya todos se animan a entrar en pista.
A priori la lluvia impone respeto a los participantes, pues aporta un extra de picante al reto de enfrentarse por primera vez al circuito más largo y revirado del mundo, pero una vez entras en pista y compruebas que el coche tiene suficiente grip, el disfrute se multiplica. Para mí la gran ventaja de la lluvia es que el número de coches en pista es muchísimo menor, pues estas condiciones "espantan" a los conductores que viven en los alrededores del circuito, quienes tienen la posibilidad de acudir cualquier otro fin de semana que haga sol, y se rueda bastante cómodo. Y sobre todo que entrar y salir del circuito es instantáneo, sin tener que hacer cola, lo que provoca que todo vaya muy fluido, circunstancia que nos permitió dar bastantes vueltas.
A las 19:15 cerraron la pista, así que nos fuimos a cenar al mítico restaurante Pistenklause, donde los participantes compartieron las fantásticas sensaciones de enfrentarse por primera vez al Ring. Pistenklause es famoso, entre otras cosas, porque la gente deja su firma, por lo que con el permiso del personal de servicio del restaurante, el hijo de uno de los participantes aprovechó para poner una pegatina de su taller al paragolpes del Ferrari que hay colgado de la pared.
El sábado amaneció también bastante lluvioso, pero el circuito estaba abierto y de nuevo sin apenas tráfico, así que sin dudarlo nos montamos en los coches y entramos en pista a darle caña. Lo que nadie se esperaba es que a media mañana de repente empezase a nevar, pero como había estado lloviendo la nieve no llegaba a cuajar, así que se podía seguir rodando. ¡Fue brutal! Nunca antes habíamos rodado en el Ring con esas condiciones y fue una experiencia espectacular. Hubo un momento en el que llegamos a tener las 4 estaciones en una misma vuelta. Por lo general, cuando la previsión es de lluvia los participantes se disgustan un poco, pero en cuanto se enfrentan a la pista en estas condiciones disfrutan como si no hubiese un mañana, puesto que las sensaciones y emociones se multiplican.
Para mayor disfrute, los Golf R y Revo disponen de tracción a las 4 ruedas, lo que en condiciones de lluvia genera mayor seguridad y permite rodar bastante más rápido, sumando a todo ello la confianza adicional que aporta a los participantes que mi hermano Luis y yo les acompañemos en el asiento derecho para darles trucos y referencias que les permite incrementar aún más el ritmo.
Tras una jornada muy bien aprovechada en pista, el sábado a las 19:15 se cerraba el circuito, y nos fuimos todos a cenar al famoso restaurante italiano Pinocchio, situado en Adenau, donde lo pasamos en grande mientras nos poníamos morados con sus riquísimas pizzas, famosas por su tamaño descomunal. Algo que me gusta mucho de Nürburg y alrededores es que los preciados coches de los aficionados pueden dormir perfectamente en la calle con la tranquilidad de que la gente los respeta.
Cuando desperté el domingo y me asomé por la ventana de la habitación, no me podía creer lo que estaba viendo… ¡Nürburg estaba totalmente cubierto de nieve!
Después de desayunar nos acercamos al circuito para ver si estaba abierto y aprovechar para dar alguna vuelta más, y aunque en la mayoría de sectores la pista estaba limpia, en la zona más alta había bastante acumulación de nieve, por lo que pasadas 2 horas del horario teórico de apertura, los comisarios definitivamente decidieron mantener la pista cerrada durante todo el día.
Dada esta circunstancia, quienes aún permanecíamos en Nürburg nos fuimos a dar una vuelta por los alrededores del circuito para disfrutar del paisaje y hacer un montón de fotos hasta el mediodía, momento en el que finalmente nos despedimos y pusimos rumbo a los respectivos aeropuertos desde donde cada uno cogía el avión de regreso a España.
¡Si te gustaría formar parte del próximo Imarti Nürburgring Experience, no te lo pienses más y ponte en contacto con nosotros a través de info@imartimotorsport.com o mediante llamada o Whatsapp en el 692 068 069!