Rentabilidad Emocional: Es lo que obtienes cuando usas tu coche de altas prestaciones en circuito, y es lo que debes buscar a la hora de adquirir un vehículo deportivo. Y si no lo vas a usar en circuito, estarás cometiendo un error.
¿Comprarías un jamón ibérico de bellota para dejarlo sin abrir en un rincón de la cocina? Pues no hagas lo mismo con tu vehículo de altas prestaciones. Dejar que se haga viejo en el garaje sería la peor de las decisiones.
Tras leer estas breves líneas, quizá te replantees el uso que le estás dando a tu vehículo deportivo.
Las marcas realizan grandes inversiones en I+D con el fin de incorporar la última tecnología y los materiales más ligeros en sus modelos más deportivos, lo que les confiere un buen equilibrio entre rendimiento mecánico y comportamiento dinámico, ventajas principales por las que pagamos una importante cantidad de dinero extra, y la única forma de justificar o dar sentido a su compra es sacarle todo el jugo en el circuito, momento a partir del cual obtienes esa Rentabilidad Emocional que dispara tu felicidad.
Si aún no has probado a entrar con tu coche en circuito, te invito a que lo pruebes, pues es cuando abrirás los ojos y te darás cuenta de la cantidad de sensaciones que te has perdido hasta ahora. Y si eres de los que piensa que en el circuito el coche sufre o se puede romper, te diré que estás totalmente equivocado. Espera a que el motor coja su temperatura de funcionamiento antes de utilizarlo en la zona alta del cuentavueltas, cambia siempre un poco antes de llegar al corte de encendido y date una vuelta de refrigeración a ritmo medio cada 6 u 8 vueltas, y no tendrás de qué preocuparte más allá de cambiar los frenos, los neumáticos y adelantar la frecuencia del cambio de aceite.
Y así lo hice el pasado fin de semana en el trackday organizado para el Club Porsche España en el circuito de Motorland, donde un amigo y yo estuvimos gozando plenamente con el Porsche 992 GT3, una auténtica obra de ingeniería pensada y concebida para ser disfrutada en circuito.
Sonido celestial, frenada insuperable y comportamiento dinámico de auténtico vehículo de competición, son las características que hacen que su pilotaje sea tan delicioso. Y es que me siento francamente afortunado por tener el privilegio de poder disfrutar de los vehículos de altas prestaciones de gasolina en circuito, pues en un futuro no muy lejano, habrá generaciones que ya no tendrán la oportunidad de conducirlos o simplemente escucharlos en directo, y solo podrán soñar con pilotarlos cuando vean nuestros vídeos en Youtube. De verdad, no desaproveches esta oportunidad que generaciones futuras ya no tendrán.
Puede que otra de tus excusas para no meter tu coche en circuito sea pensar que es un sitio peligroso, pero nada más lejos de la realidad, pues están diseñados precisamente para disfrutar de la velocidad con el mínimo riesgo.
Tienen el firme en perfecto estado, sin baches, alcantarillas o defectos que puedan dañar los elementos de suspensión del coche (salvo que abuses de los pianos). Su asfalto tiene una alta capacidad de adherencia y una mayor capacidad de drenaje en caso de lluvia, por lo que podrás seguir disfrutando de la velocidad incluso en condiciones climatológicas adversas. Disponen de escapatorias, lo que te permitirá incluso cometer algún error de pilotaje sin sufrir mayores consecuencias. Y lo más importante de todo, disponen de comisarios de pista que velan por tu seguridad, avisándote en caso de que en alguna zona del trazado haya algún accidente, alguna pieza o algún líquido deslizante en pista que te pueda poner en riesgo.
En definitiva, el circuito es el lugar ideal y por supuesto el único en el que debemos correr con el coche. Créeme que allí vas a conocer gente fantástica y te lo vas a pasar en grande.
¡Nos vemos en el circuito!